El mar nos está queriendo decir algo: enfurecido, arisco, bravo, estos días ha causado múltiples destrozos allí por donde ha pasado.
Acostumbro a bajar y pasear por el puerto, acercarme a ver el mar, y mirar el horizonte… para mí siempre ha sido muy relajante y síntoma de que es fin de semana, o que es el fin de una jornada y momento de distensión total… Sea como sea, dejar la vista perdida, respirar esa brisa marina y llenar los pulmones de aire puro, es para mí una de las mayores satisfacciones de esta vida.
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1 comentarios:
A mi cuando el mar se enfurece me da verdadero pánico y lo contemplo desde un lugar bien protegido! Un beso.
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